Cuando escuchamos a alguien que nos dice que tiene una relación íntima, inmediatamente llega a nuestra mente que esa persona trata a otra de una forma muy cercana y que ambos conocen secretos uno del otro. Esto no necesariamente significa tener además una relación sexual.
Una relación íntima, se entiende aquella que te permite ser tu mismo. Cuando lo logras, lo puedes proyectar a otra persona cercana. Las relaciones íntimas se dan si se basan en el amor por la verdad y la honestidad.
Existen relaciones entre esposos que nunca llegan a ser íntimas. Lo mismo sucede entre novios, amantes, o amigos.
En algunas ocasiones tenemos necesidad de mantener una relación con alguien en quien confiar aspectos importantes de nuestra vida, pero el miedo a ser rechazados, juzgados o ridiculizados nos impide ser sinceros y honestos. Muchas veces nos ponemos una máscara para aparentar ser una persona distinta a la que somos, viviendo con ella, de tal forma que nos permita ser aceptados. Otras veces hacemos lo mismo, por el temor de mostrarnos vulnerables ante personas importantes para nosotros.
Hay personas que han aprendido a tener desconfianza de todos y de todo, por lo tanto de ninguna manera se mostrarían tal como son y no confiarían sus secretos íntimos a alguien.
En la profundidad de nuestra intimidad, debemos ser lo suficientemente sinceros con nosotros mismos y preguntarnos con quién tengo una relación íntima: con nosotros mismos, con nuestros padres, hermanos, esposo (a), hijos, novio (a), amigos, etc. Si no la tengo con alguno, debemos preguntarnos: ¿debería tenerla? ¿por qué no la tengo? ¿qué me impide tenerla? ¿qué debo sanar y superar?
La relación más íntima que existe es la que tenemos entre nosotros mismos. Para sanar lo que nos impide intimar con nosotros mismos y con las personas más cercanas, utilizaremos las técnicas de Reiki más avanzadas que conozcamos, de acuerdo al nivel y al entendimiento que tengamos sobre el tema. También nos ayudará si repasamos las diez formas para llegar a amarnos a nosotros mismos, de una de las reflexiones anteriores: “El amor a ti mismo”.
Como practicantes de Reiki es necesario que continuemos en la búsqueda de todo lo que nos hace crecer espiritualmente, especialmente para llegar a tener una verdadera relación íntima con nosotros mismos y con las personas que más nos importan. Si tenemos limitaciones como miedo, temor, desconfianza, etc. Es muy importante que empecemos a sanarlas. Esto es parte importante de nuestra búsqueda interior, para llegar a limpiar cada una de las capas internas y entonces poder conectarnos e intimar con nuestro Yo Superior, nuestro verdadero ser, Dios.
Todos tenemos algo que limpiar o sanar internamente, no importa a qué nos dediquemos o lo que hayamos logrado ser en esta vida, el propósito es el mismo para todos en cualquier nivel de esta existencia. Lo que somos ahora, no descubre totalmente a nuestro ser verdadero. Lo que somos, es solo un papel que estamos desempeñando temporalmente en este momento.
A medida que sanemos y limpiemos cada capa de nuestro ser, podremos entonces al meditar, escuchar los mensajes sutiles de sabiduría de nuestro Yo Superior e intimar con Él. Cuando la mente está limpia y tranquila, podemos contactar con la mente de Dios y entonces volvernos conscientes que Él está en todas las cosas y por lo tanto en nosotros mismos, descubriendo que somos eternos en un viaje largo, para que al final de éste lleguemos a habitar el mundo de Dios como nuestro, fusionándonos con Él.
Entonces descubriremos que desde la perspectiva de Dios, el proceso de separación nunca sucedió, ya que cada mente se ha mantenido todo el tiempo fusionada a la de Él. Por lo tanto, nuestra mente es realmente la mente de Dios.
¡Vive una vida llena de amor y armonía !
Colegio Mexicano Usui Reiki Ryoho
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